jueves, 10 de julio de 2008

Colitas paspadas

Cuando mi hijo estaba por nacer, mi obstetra me dijo que llevara pañales descartables (sin perfumar) a la clínica, por razones prácticas, y para evitar irritaciones en la piel.
Para esos años (principios de los 80), los pañales descartables eran novedad en Argentina. Una sofisticación, un lujo que tenía su muy alto precio. Usar pañales descartables era como estar pagando un alquiler, por una vivienda de las muy buenas. Pero los compré. Como no se conseguían sueltos o en paquetes de pequeñas cantidades, tuve pañales descartables para las dos primeras semanas de vida del bebé. Me costaron lo mismo que una docena de pañales de tela.
También compré de los de tela, para cuando se me gastaran los descartables. Y ese día llegó. El primer día que usé los de tela, al bebé se le irritó toda la colita, completa, en toda la zona que cubría el pañal, es decir, hasta la cintura.
El primer inconveniente para mi, fue que lloró todo el día. pero el principal inconveniente fue que el angelito de mi alma, estaba incómodo y dolorido. Tuve que llevarlo al pediatra. Segundo inconveniente: tiempo para prepararnos, para ir, para esperar en el consultorio, para volver, para comprar la pomadita, para aplicársela. Tercer inconveniente: dinero para la consulta, el viático y la pomadita. Cuarto inconveniente: lavar los pañales, primero a mano. Quinto inconveniente: Al lavar los pañales con las tiritas para atarlos a la cintura del bebé, se me enredaron todos y perdí mucho tiempo resolviendo ésto. Sexto inconveniente (el peor para el bebé): seguía con su colita irritada, a pesar de la pomada.
Conclusión: volví a los pañales descartables. Una vez, no coseguí los no perfumados y compré de los otros. La colita del bebé se volvió a irritar.
Conclusión: Me quedé con los pañales descartables "sin perfumar", para el resto de la crianza del bebé.

Desde que nació mi hijo, hasta el problema con los pañales de tela y los descartables perfumados, todo venía muy bien. Algunas de mis amigas me comentaban que a pesar de que usaban pañales descartables sin perfumar, las colitas de sus bebés se seguían irritando. Entonces, yo les contaba mi secreto: mi suegra me había aconsejado que siempre le lavara la colita con agua fría, aún en invierno, que nunca se le irritaría, que a sus hijos jamás les sucedió. Les decía a mis amigas, que no desoigan los consejos de nadie, ni siquiera los de una suegra, que para ser suegra, es indispensable ser madre, y una madre sólo busca el bienestar y la felicidad de su hijo. "No" que pongan en práctica todo lo que oyen, pero "sí", que le presten atención; que consulten con especialistas, y que después decidan qué es lo mejor para cada hijo.

Conclusión final: A mi me resultó muy bien usar pañales descartables sin perfumar, y lavar la colita del bebé siempre con agua fría, aún en invierno.

Elizabeth


2 comentarios:

elcuervolopez dijo...

Estimado Rolito, te felicito por tu conmovedor site. Mucha pasión. Gracias por tus visitas en mi Blog.
elcuervolopez

Rolito dijo...

¡Estimado Cuervo, bienvenido!
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