domingo, 10 de agosto de 2008

Al finalizar el día del niño


Ya finalizando el día, espero que todos los niños hayan estado y sigan estando, muy felices. Espero que les haya gustado el rincón de Rolito y que me comenten los inconvenientes que hubo.
Ahora presentaré un clip de audio y video, que será el tema con el que se identificará "angelitos sub 6". Que lo disfruten y que terminen bien este día. Aquí, en "angelitos sub 6", el día del niño se prolongará durante todos los días del resto del año, y de los años siguientes. Así, que sigan felices todos esos días, de todos esos años.

Tenemos que agradecer un correo muy lindo que nos envió nuestro amigo Andrés Cuevas de YERMANDELUXE, el que, en cuanto sea posible, mostraré a los chicos en el rincón de Rolito.

¡¡¡Besitos a todos los chicos!!! ¡¡¡Y felices sueños!!!

Elizabeth





Los niños ya pueden visitar a Rolito.

Bueno... llegó el día. Ya se puede ingresar en el sitio de Rolito.

Como él vive en la República Argentina, en primer lugar, quiere que todos los niños del mundo sepan cómo es su bandera, su escudo y su himno nacional. Los niños de países distintos de la República Argentina, podrán tener en su computadora (tarea para los mayores) un video del himno correspondiente, una imágen de su bandera y de su escudo. Más adelante habrá ejercicios de reconocimiento de la bandera de cada niño, entre las de otros países.
Hoy, la primera entrada didáctica es para el reconocimiento del color rojo, tema que se repetirá durante toda la semana. Quizá algunos de los amiguitos de Rolito puedan obtener una impresión de las imágenes en blanco y negro o tonos de gris, y colorearlas, para ejercitar el dominio del lápiz o pincel. También pueden colorear sobre un dibujo hecho por ellos mismos, o por algún mayor voluntario.

Los niños son muy curiosos y aprenden rápido. Posiblemente no necesiten ayuda para detener la música, cuando quieran ver dibujos animados, o quizá ya sepan cómo activarla, o activar un video. Les será mucho más beneficioso si investigan y descubren la forma de hacerlo, ellos mismos. Ésto les ayudará a desarrollar su capacidad de observación y resolución de situaciones.
El mismo comentario vale para el entretenimiento del pie de página, solitos pueden descubrir cómo obtener los colores y cómo llevarlos a la imágen a colorear. Es conveniente que los mayores intervengan sólo si los niños lo piden. Cuanto más resuelvan solos, más independientes serán, y es lo que queremos lograr de ellos, que sean capaces de enfrentar cualquier situación que se les presente.

Sólo me queda desearles que disfruten de la página de Rolito, tanto como los niños. Si ellos están felices, nosotros también. Entonces:

¡Feliz día del niño para todos!

Elizabeth


martes, 5 de agosto de 2008

A cinco días de la inauguración

Faltan cinco días para el inicio de la página principal: "angelitos sub 6". Hasta ese día, sólo publicaré sobre la misma. Queda pendiente mi comentario sobre el post: "Quiero conocer tu opinión. ¡Opina, por favor!". Hubo muchos acontecimientos últimamente, que quiero tratar junto con ese tema.
Aún faltan algunos arreglos que hacer en la página de los niños. Quiero informar que todos los días habrá una entrada didáctica, al menos. ¡Y mucha recreación! Se tratará de que la recreación también sea formadora. Las entradas didácticas estarán tratadas de manera de que los niños se entretengan, y en lo posible, de que también se diviertan. No habrá links que puedan derivar a los chiquitos, a sitios inconvenientes. Los links que sean necesarios, figurarán en las guías confeccionadas para los mayores, aquí, en "Para los mayores...". La página está pensada como para que los pequeños puedan recorrerla y disfrutarla sin ayuda de los mayores. Pero cuando sea necesario, haré las aclaraciones pertinentes, aquí. Recomiendo a los mayores que vean la página, antes de que lo hagan los niños, y que me informen cualquier inconveniente que se me pueda escapar.
Volveré a tratar el tema cuando la página esté totalmente lista para su publicación. Por ahora, sólo tienen acceso a la misma, lectores invitados, con el objeto de recibir críticas que faciliten la mejora de ella. Gracias a todos por la paciencia y recuerden que habrá un regalito en la Web, en el día del niño (10 de agosto), que espero que disfruten todos, no solamente los niños. Yo disfruto mucho al prepararla.

Elizabeth


domingo, 3 de agosto de 2008

Lo prometido es deuda

Les prometí que mi próxima entrada trataría sobre Aníbal, el canto y la música.
En la entrada anterior, dije que un bebé ya es una persona desde el mismo momento de su nacimiento, y ya tiene sus propios gustos.

Hay quienes dicen que si una embarazada escucha música clásica, el niño que nacerá, gustará de la misma. Yo no pude verificar eso, pues ni a mi esposo ni a mí, nos interesaba la música clásica, y no la escuchábamos antes de que nazca nuestro bebé. Pero sí, descubrí que un bebé ya tiene sus propios gustos. Es muy probable que su madre pueda influir en ellos, al escuchar cierto tipo de música durante el embarazo, pero no fue nuestro caso.

Mi esposo y yo escuchábamos mucha música, cuando esperábamos a Aníbal, pero no clásica. Escuchábamos la música de moda en esa época.
Un día, recorriendo el dial de un aparato de radio, buscando la música de moda, Aníbal comenzó a gritar y a señalar el mismo. Todavía no hablaba. Como no entendíamos lo que le pasaba, y seguía en la misma actitud, aún cuando ya habíamos sintonizado una emisora que transmitía música moderna, volvimos a recorrer el dial porque supusimos que quería escuchar algo que oyó en otra emisora. Sólo se calmó cuando nos detuvimos en una emisora que reproducía música clásica.
Estaban difundiendo una obra completa. Para nuestro gusto en esos momentos, era demasiado. A los pocos minutos de escuchar, quisimos cambiar de estación. Pero Aníbal no nos dejó. Sólo pudimos hacerlo, cuando finalizó la reproducción y comenzó a hablar el conductor del programa.

Durante su primera infancia, Aníbal, siempre se mostró interesado por la música y los instrumentos musicales. Como veíamos esa inclinación en él, cada vez que tuvimos la oportunidad, le regalamos tamborcitos, pianitos, guitarritas y acordeones de juguete. Siempre estuvo muy contento con ellos. A los cuatro años, su padre le regaló una guitarra. Pero no es fácil hacer sonar melodiosamente, una guitarra. Recién a los seis años quiso aprender a tocarla. Y aprendía con facilidad. Llegó hasta el segundo año del profesorado de música. Gracias a escucharlo practicar, nació mi gusto por la música clásica. Es para otra entrada, el por qué no finalizó la carrera.

Con respecto a lo que les dije sobre lo mucho que entienden y la memoria de los bebés, quiero contarles que siempre le cantaba la misma canción, para cuando estaba por dormir, de muy bebé. Cuando fue más grandecito perdí esa costumbre. Habían pasado unos tres meses, y un día, cuando ya había comenzado a balbucear, se puso a cantar, a media lengua, esa misma canción.

Sobre el bebé del video, quiero hacer notar la alegría que muestra al escuchar la quinta sinfonía de Beetoven y lo bien que entona, para su corta edad. Si ese bebé fue estimulado en su gusto por la música clásica, quizá hoy sea un buen músico.

No quiero decir, con esto, que todos los bebés serán músicos, si los estimulamos. Lo que sí quiero decir es que debemos observar sus aptitudes, y alentarlo para que las desarrolle. Hasta que sea adulto, quizá cambie de gusto por las diferentes disciplinas, unas cuantas veces. Y no está mal, va probando lo que le parece que le interesa, hasta que por fin, se decide. Nosotros podemos ayudarlo apoyando todas sus inquietudes.

Elizabeth


domingo, 27 de julio de 2008

¿Crees que todavía es muy pequeña?


Nunca es muy pequeño un bebé para educarlo. Es asombroso lo mucho que entiende, aún antes de poder hablar. Cuando todavía no está formado físicamente para ello, ya, su memoria y comprensión es muy poderosa. Esto lo leí en un libro y lo verifiqué con Anibal, en varias ocasiones. Los bebés se expresan desde muy pequeñitos y si sus padres hacen el esfuerzo de tratar de entenderlos, comenzarán a hablar temprano y muy bien, porque sabrán que no es en vano su intento de hacerse comprender. Es importante hablarles mucho desde en mismo día de su nacimiento. No creas que no entienden. Su pensamiento se va ejercitando, igual que su memoria. Y cuando comienzan a balbucear, te devuelven todo lo que les enseñaste, regalándote hermosas vivencias. Este intercambio favorece el futuro desenvolvimiento en la escuela. No pienses jamás que es tiempo perdido, hablarle a tu bebé. No lo ignores. Al primer minuto de vida, ya es una persona.

Estas son algunas de mis experiencias:

  • Creo haber comentado ya, que desde niña, me gustaba andar de los vecinos que tenían bebés. En una de esas familias, la cuarta chiquita, siempre era acusada por sus hermanitos mayores, de todo lo que se rompía en la casa. La pobre bebita no hablaba todavía, y no podía defenderse. Pero mira lo peligroso que es no dar buenos ejemplos desde siempre, a los niños: Cuando la bebé comenzó a hablar, algo grandecita ya, ensució sus pañales. La mamá se enojó y la retó. Para sorpresa de todos los presentes, la pequeña dijo que había sido su hermana mayor. Esto habla de la observación y el razonamiento de los bebés, y también del peligro de los malos ejemplos. Aunque en ese momento, la reacción de todos fue la risa. Con menos de dos años, Anita ya sabía evadir responsabilidades, y lo aprendió cuando todavía no hablaba. Y lo peor: lo aprendió en su hogar.
  • Desde que Aníbal nació, siempre le habíamos hablado todo el tiempo. Le contábamos todo lo que hacíamos. Cada vez que encendíamos la luz, exclamábamos, medio entonando: "¡la luz!". Un anochecer, estábamos los tres en penumbras, tan entretenidos, jugando con nuestro bebé, que no nos percatamos de la oscuridad. Aníbal tendría, más o menos, cinco meses. Comenzó a mirar la lámpara del comedor y a balbucear: "¡uf!", "¡uf!". Lo entendimos perfectamente y lo complacimos encendiendo la luz. Y, por supuesto, demostrándole nuestra alegría por hacernos recordar que ya era necesaria la claridad artificial. Esta actitud nuestra era para alentarlo a que siga intentando expresarse. Nosotros trataríamos de entenderlo.
  • Su segunda palabra me costó mucho más. Aníbal tenía cerca de seis meses. Estaba en su sillita, al borde de la mesa. En cierto momento, comenzó a decir: "¡Ebú!", "¡Ebú!", y a señalar la heladera. Supuse que tenía sed o hambre. y le preparé su papilla. No la quiso, tampoco quiso tomar líquido alguno. Sólo seguía diciendo "¡Ebú!", "¡Ebú!", cada vez más enojado, con la palmita de su mano hacia arriba, agitándola. Paracía decirme lo tonta que era por no entenderle, que estaba hablando clarito. Hasta que por fin se me ocurrió que quizá quisiera yogurt, y se lo ofrecí. ¡Era eso! ¡Aníbal quería yogurt!
En mi próxima entrada hablaré de Aníbal y el canto y la música. El video del bebé, de mi entrada anterior, tiene su razón de estar. Todo en esta página tiene su razón de estar. Por favor, vuelvan a mirarlo y en la próxima lo comento.

Elizabeth


lunes, 21 de julio de 2008

Día del amigo

¡Hola amigos!

No pasé por alto la fecha, simplemente, no pensé que a tan pocos días de iniciada esta página, hubiera gente que me considerara su amiga. Como tengo pocos comentarios en mis entradas (¿Mis lectores serán tímidos?) pensé que nadie esperaría mis saludos. Sé que debí haberlos brindado igualmente, y me disculpo por ello.
Me sorprendí gratamente al recibir los saludos de algunos lectores. Gracias a todos por los correos enviados. Espero que hayan tenido un feliz día del amigo. Y, tarde, pero sincero, aquí va mi reconocimiento y mi obsequio para ustedes. Espero que lo disfruten.

Elizabeth






jueves, 17 de julio de 2008

Quiero conocer tu opinión. ¡Opina por favor!

Este video ya lo he presentado en otro post, pero quiero que lo volvamos a ver, que leamos y después debatamos. Es muy importante tu opinión. Por favor, no dejes de expresarla. La semana que viene haré mi comentario yo.

Elizabeth



El mito del cura pederasta

Que la ira justificada por algunos casos terribles no se vierta sobre la mayoría del clero inocente

Philip Jenkins

La Iglesia Católica Romana en Estados Unidos está atravesando uno de los períodos más traumáticos de su larga historia. La prensa tiene todos los días una nueva historia de horror que reportar bajo algunos titulares sensacionalistas: Típicamente, Newsweek sacó en estos días una portada con el titular: “Sexo, Vergüenza y la Iglesia Católica: 80 curas son acusados de abusar sexualmente de niños en Boston”.

Aunque los casos de abuso sexual tienen raíces profundas, los escándalos más recientes detonaron por lo sucedido con el sacerdote de Boston, John J. Geoghan. Aunque sus superiores sabían por años sobre las actividades pederastas de Geoghan, lo transfirían de parroquia en parroquia, sin pensar en la seguridad de los niños que éste tenía a su cargo.

El estigma del caso de Geoghan podría durar décadas, y algunos católicos están diciendo en su furia que no podrán confiar nunca más en su Iglesia.

Nadie puede negar que las autoridades de la Iglesia de Boston cometieron errores atroces, pero el asunto no es tan sencillo como un cuento sobre el bien y el mal que a veces parece ser. Aunque parezca difícil de creer en estos momentos, el escándalo del “cura pederasta” no es nada tan siniestro como lo han pintado, o por lo menos no debería utilizarse para lanzar acusaciones infundadas contra la Iglesia Católica en general.

En las últimas semanas hemos escuchado a menudo la frase “cura pederasta”, y esos individuos pueden existir: el padre Geoghan era uno de ellos, como lo fue el notorio padre James Porter hace una década. Pero como problema social, el término es salvajemente engañoso.

Los sacerdotes católicos y otros clérigos no tienen el monopolio de comportamiento sexual impropio hacia menores de edad. Mi investigación acerca de casos así en los últimos 20 años indica que no hay evidencia alguna de que clérigos cátolicos célibes sean más propensos a involucrarse en un comportamiento impropio o de abuso sexual, que el clero de cualquier otra denominación religiosa, o que no clérigos.

No importa cuán determinada esté la prensa a ver todo este asunto como una crisis del celibato, la acusación no se sostiene. Todas las tradiciones de fe, todas las denominaciones religiosas tienen casos de abuso, y en algunos de los peores no están implicados los católicos. Las principales denominaciones protestantes han tenido suficientes escándalos, como los pentecostales, los mormones, los Testigos de Jehová, los judíos, budistas, Hare Krishnas y la lista sigue. Una diócesis anglicana (episcopal) canadiense está ahora al borde de la bancarrota como resultado de masivas demandas causadas por décadas de abuso sistemático. Sin embargo, la Iglesia anglicana no exige el celibato de su clero.

No importa cuánto contradiga esta declaración la sabiduría convencional, el “cura pederasta” no es una especialidad católica; pero, ¿cuándo escuchamos hablar de “pastores protestantes pederastas”?

Sólo para mostrar cifras sólidas, ¿cuántos clérigos católicos están implicados en conducta impropia?

En la actualidad tenemos buena información sobre este asunto porque desde el principio de la década del 90 la Arquidiócesis de Chicago llevó a cabo un estudio arriesgado y profundo. El estudio examinó a todos los sacerdotes que habían servido en esa Arquidiócesis en los previos 40 años, unos 2,200 individuos. Reabrió todas las quejas internas que se habían hecho contra estos hombres. El criterio de evidencia que se aplicó no fue prueba legal que se pudiera sostener en una corte, pero sólo el consenso que un cargo particular era probablemente justificado. Por este bajo estándar el survey halló que alrededor de 40 sacerdotes, o sea como el 1.8 por ciento del total, era probablemente culpable de conducta inapropiada con menores en algún momento de sus carreras.

Puesto de otra forma, no existía evidencia contra el 98 por ciento del clero parroquial, la abrumadora mayoría del grupo. Como otras organizaciones que lidian con niños no han llevado a cabo estudios tan abarcadores, no tenemos idea de si la cifra católica sale mejor o peor parada que el promedio de maestros de escuela, orientadores, trabajadores sociales o maestros de los Boys Scouts.

La investigación de Chicago también encontró que de los 2,200 sacerdotes uno solo era pederasta.

Muchas personas están confundidas acerca de lo que es un pederasta y lo que es una persona culpable de tener sexo con un menor; la diferencia es muy significativa. La frase “cura pederasta” conjura una pesadilla llena de imágenes de la peor violación de la inocencia, insensibles autores de abuso, como el padre Porter, que atacó a niños de 6 y 7 años de edad.

La pederastia es un término psiquiátrico que significa tener interés sexual por niños menores de la edad de la pubertad. Pero la vasta mayoría de los casos de conducta impropia del clero no son de este tipo. La vasta mayoría de esas instancias tiene que ver con sacerdotes que han estado activos sexualmente con personas por debajo de la edad de consentimiento sexual, a menudo de 16 o 17 años, incluso mayores. Un acto de esta naturaleza está mal. Es probablemente criminal y por consentimiento común es inmoral y pecaminoso; sin embargo no tiene el carácter de terrible crueldad y de explotación que conlleva el abuso de menores. Además en casi todos los casos que ocurren con adolescentes mayores hay un elemento de consentimiento.

También, la definición de “infancia” varía enormemente entre las sociedades. Si un acto así ocurre en la mayoría de los países europeos, sería probablemente legal ya que la edad del consentimiento es por lo general alrededor de los 15 años.

Para mostrar un ejemplo específico, cuando los periódicos revisan casos recientes de “curas pederastas”, casi siempre citan un caso que ocurrió en el condado de Orange, en California: un sacerdote fue acusado de tener sexo consensual con un muchacho de 17 años. Sea la que sea la cualidad moral de semejante acto, la mayoría de nosotros no aplicaría el término “abuso de menores” o “pederastia” a este caso.

Sólo por esta razón necesitamos ser cautelosos cuando leemos acerca de las legiones de curas que están siendo “acusados de abuso de menores”.

La edad de la persona joven implicada es también algo importante, porque diferentes tipos de conducta impropia sexual responden a diferentes tratamientos, y las autoridades de la Iglesia necesitan responder diferentemente. Si una diócesis sabe que un hombre es un pederasta y lo vuelve a colocar alguna vez en una posición en la cual tiene acceso a más niños, la decisión sencillamente está equivocada, y probablemente llegue a negligencia criminal. Pero un sacerdote que tiene una relación con un adolescente mayor, es mucho más probable que responda al tratamiento y sería mucho más comprensible si algún día la Iglesia lo coloca en una nueva parroquia bajo supervisión cuidadosa.

El hecho de que la administración del cardenal Law en Boston parezca haber sido un desacierto una y otra vez no significa que ésta es una práctica común de todas las diócesis católicas, mucho menos que la Iglesia esté implicada en una especie de conspiración del silencio para esconder pervertidos peligrosos.

En lo absoluto trato con suavidad el asunto del abuso de menores. Recientemente publiqué un documento sobre el mercado electrónico de pornografía de menores, una de las peores formas de explotación, y mi argumento fue que se necesita presionar más a la policía y el FBI para que actúen más estrictamente con esta cosa tan horrible.

Mi intención no es defender el clero malvado o la Iglesia pecaminosa (no se me puede llamar un apologista católico, ya que no soy siquiera católico). Pero estoy preocupado porque la ira justificada por algunos casos terribles pudiera convertirse en ataques mal enfocados hacia el clero inocente. La historia de la conducta impropia del clero es suficientemente mala sin que haya necesidad de convertirla en un brote imperdonable de discriminación religiosa contra la Iglesia Católica.

(Philip Jenkins es un distinguido profesor de historia y estudios religiosos en la Pennsylvania State University. Su libro Pedophiles and Priests: Anatomy of a Contemporary Crisis fue publicado en 1996 por Oxford University Press. Esta columna de opinión fue publicada en el Pittsburgh Post Gazette el 3 de marzo de 2002 y fue reproducida por The Florida Catholic, edición del 14 de marzo.)


http://www.vozcatolica.org/50/mito.htm