miércoles, 16 de julio de 2008

El primer cumpleaños de Aníbal

Quienes me están siguiendo en esta página, ya saben que Aníbal es mi hijo.
Aníbal, llegó a mi vida después de los ocho años de mi largo embarazo. Ocho fueron los años que lo estuve esperando. Ocho años de llorar por cada menstruación. Ocho, los años de no desear las relaciones sexuales por saber que Aníbal no quería llegar. Pero... este es un tema que dejaré para los entendidos. Como también dejaré para los entendidos, el: porqué después de ocho años sí llegó.
Lo cierto es que cuando Aníbal estuvo en mis brazos, lo cuidé tanto que en mi círculo todos decían que yo exageraba, no quería, yo, desatender ningún aspecto de su crianza.
Uno de mis "defectos" como madre es que nunca dejé que lo fastidiaran con mimos y manoseos. Para mí, los mimos y manoseos que no son de los familiares y amigos cercanos al bebé, significar fastidiarlo. Yo creo que sólo los bebés poco atendidos por sus padres, en el sentido de ser poco mimados, aceptan caricias y mimos de desconocidos (al menos para él). Por esta razón, yo no dejaba que lo toquen y lo besuqueen.
Una vez, en un descuido mío, una señora mayor le atrapó la manito, se la besó y me dijo que sólo besa las manitos de los bebés, por cuestiones de higiene, que al ser una persona de avanzada edad, podría transmitirle algún contagio de algo. A lo que yo respondí: " Entonces no lo toque para nada y de ninguna manera, porque el bebé, lo primero que se lleva a la boca, son sus manitos".
Tan cuidadosa fui con el bienestar de mi bebé, que cada determinación que tomaba con respecto a él, era minuciosamente analizada por mí. Así fue con el festejo de su primer cumpleaños.
Cuando yo era niña, me gustaban tanto los bebés que siempre andaba frecuentando los hogares de los vecinos que tenían niños pequeños. Siempre fui invitada a los cumpleaños de los chiquitos del barrio. Y una cosa observé, que no quise para mi hijo. Que generalmente, los agasajados (los bebés), estaban de mal humor en sus propias fiestas y que no disfrutaban algo que se supone que fue hecho para su alegría. Esta, fue la razón que me llevó a festejar su primer año de vida, únicamente con su entorno diario: mi madre y mi hermano (con quienes vivíamos), su padre y yo.
Aníbal disfrutó muchísimo el día de su cumpleaños. Una buena fiestita familiar, un lindo regalo y las personas que él quería. Todos muy divertidos. Su segundo año se lo festejé, y estuvo histérico dos o tres días antes y en la misma fiestita. Aníbal se molestaba con los ajenos a nuestro hogar y más aún si lo toqueteaban. Supongo que los chicos captan nuestros nervios con los preparativos y los reflejan. Recién disfrutó, de su tercer cumpleaños, cuando ya iba al jardín de infante y ya sabía lo que es compartir con amiguitos. Yo creo que las fiestas infantiles deben ser "infantiles" y no estar colmadas de personas mayores. Si la economía da para ello, los grandes que festejen por su cuenta, y si no, una buena reunión para los coetáneos del agasajado.
Estuve, ayer, buscando un lindo video para mostrar aquí, de una fiestita de primer cumpleaños, pero no encontré ninguno: o los bebés estaban llorando encaprichados, queríéndose alejar del mundo, o estaban durmiendo, o, en el mejor de los casos, no estaban. No ví ni un video en el que el bebé intentara apagar las velitas contento.
Espero que tú, que me lees puedas aprovechar estas reflexiones para que tu babé esté muy feliz cuando festejes su primer año de vida.

Elizabeth

1 comentario:

yermandeluxe dijo...

QUE TAL !!!!!

ACA ESTOY PARA QUE EJERCITEMOS LA DEMOCRACIA , EN MI BLOG PODES OPINAR DE ESTOS 118 DIAS DE CONFLICTO.
DEL GOBIERNO.
DEL CAMPO.
DE LAS MARCHAS.
DE D`LIA.
DE JULIO COBOS.

CUALQUIER COMENTARIO SERA PUBLICADO ESTE ES UN BLOG DEMOCRATICO.

JUGATE Y OPINA EL PAIS NECESITA QUE PARTICIPES .

GRACIAS POR LEERME .

YERMANDELUXE